La elaboración de este blog nos está sirviendo para conocer mejor la zona en la que residimos. Tanto es así, que utilizamos la excusa de escribir un nuevo post, para adentrarnos en lugares nuevos que sabemos desde siempre que existen, pero a los que jamás habíamos ido. Ya saben… en casa del herrero, cuchillo de palo.
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| Banco de uso público |
Uno de esos lugares es Mera, una aldea fantástica por la que pasamos en multitud de ocasiones, pues la carretera AC-862 la cruza completamente pero, por lo menos yo, nunca me había adentrado con afán de reconocimiento y visita en profundidad. Algunas veces vamos, pues allí se encuentra la carnicería en la que nos abastecemos pero, casualmente, también se ubica muy cerca de la carretera y para el caso, es lo mismo que cruzar en coche.
Esta tarde, por tanto, nos hemos ido a Mera, para mostrarles un lugar del que nos había hablado nuestro estimado carnicero en alguna ocasión, mientras preparaba las costillas, los chorizos y la pancetas encargadas por los muchos campistas que en época estival, deciden celebrar su descanso dominical con una buena churrascada en un lugar llamado A Illa de Mera.
Mera se sitúa en un valle que cruza el río del mismo nombre y que desemboca en la ría de Ortigueira. Se divide en dos parroquias: la de Santa María y la de Santiago. Nosotros hemos visitado la segunda, también llamada Mera de Abaixo.
Es una aldea que nos ha sorprendido gratamente por el cuidado que se aprecia en las casas, bien conservadas en general, bien pintadas, sin colores chillones que desentonen con el paisaje; los campos, en general están rozados y salpicados de pequeñas plantaciones de verduras para consumo familiar. El feísmo urbanístico en esta ocasión ha sido inapreciable. De lo cual nos alegramos inmensamente, pues no es tan habitual.
No sabíamos muy bien donde quedaba la tan afamada Illa de Mera, pero al ir caminando y casi sin querer, nos hemos topado con el cartel indicador al lado de uno de los puentes de madera que permiten el acceso a esta pequeña isla en medio del río.
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| Pequeña playa fluvial en el río Mera (Ortigueira) |
El comentario inicial ha sido: “Aquí en verano, cuando hace calor, se debe estar divinamente”. Y es cierto, porque la altura de los árboles ensombrece parte de la orilla del río en la que se ubican al tiempo pequeñas zonas de playa fluvial, de piso construido con pequeños cantos rodados.
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| Puente de madera para acceso al Parque Illa de Mera |
Hemos pasado una tarde muy agradable, novedosa, sorprendente y hemos descubierto un lugar recomendable para nosotros mismos y para los turistas que nos visitan cada verano, aunque también somos conscientes de que Mera cuenta con más atractivos turísticos.
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| Parque Illa do río Mera |
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