Aunque
en la Biblia no se cite, según la tradición cristiana indica, GULA ES PECADO.
Son
días de penitencia para los católicos del mundo. En España, país de amplia
tradición y especial arraigo del catolicismo, se conmemora también estos días
la muerte y resurrección de Cristo. Los numerosos creyentes que desfilan por
las calles de ciudades y pueblos, contrastan con el agnosticismo práctico de
aquellos que aprovechan estos días para tomarse unas cortas vacaciones, beneficiándose
de la coyuntura del almanaque, al margen de toda práctica o creencia religiosa.
Unos
y otros se confesarán pecadores, ante Dios Todopoderoso, cuando la cantidad de
alimento ingerido sobrepase los límites de lo sanamente aceptable o de lo religiosamente
concebible. Los agnósticos lo confesarán por proximidad cultural –como quien
dice: ¡por Dios!- y los católicos practicantes, motivados además por la
precaución de no caer en pecado.
Hay
elaboraciones que resultan especialmente pecaminosas e insanas. Lo primero,
porque su existencia se basa en el puro placer y lo segundo, porque contienen
ingredientes que al combinarlos, pasan a formar parte de la cúspide de la
pirámide alimentaria, esto es, de lo que se puede comer en ocasiones muy
puntuales y separadas en el tiempo.
No
es nuestra intención alentar tentaciones impuras o contrarias a la salubridad
de las personas, acaso advertir de los peligros que pueda acarrear una ingesta
masiva del producto.
Estoy un poco borracha |
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